El Dr. Miguel A. Faría, Jr., neurocirujano retirado de Macon, ex profesor clínico de Cirugía (Neurocirugía) en la Escuela de Medicina de la Universidad de Mercer y crítico de la investigación sobre armas llevada a cabo por investigadores del gobierno sobre la salud, desde la década de 1990, ha sido nombrado a la Comisión de Revisión de los “Grants” para investigar las Lesiones de los Centros para el Control de las Enfermedades y su Prevención (Injury Research Grant Review Committee of the Centers for Disease Control and Prevention (CDC).
Comenzará a cumplir su periodo inmediatamente a pesar de que se alega tiene fuerte oposición de varios funcionarios de la CDC. El Secretario de Salud y Servicios Humanos(HHS) Tommy G. Thompson, quien nombró al Dr. Faría, defendió su nominación e hizo alusión a la Carta Constitutiva de la Comisión que tiene que “asegurarse que las diversas perspectivas de los líderes en la prevención de las lesions y su control sean consideradas al planear, establecer, implementar y evaluar el programa de investigación en general de lesiones”.
Dr. Faría fue uno de los tres médicos que en 1996 atestiguaron ante la Subcomisión de Asignaciones de la Cámara de Representantes, encargada del Trabajo, la Salud y los Servicios Humanos, para eliminar el financiamiento para el Centro Nacional de Control y Prevención de Lesiones del CDC (NCIPC) a causa de la presunta utilización por parte de la Agencia de métodos científicos prejuiciados para promocionar una agenda de control de armas.
De hecho, varias semanas después, la NCIPC perdió $2.6 millones en financiamiento y el Congreso le prohibió, mediante la Enmienda Dickey, utilizar dinero de los contribuyentes para llevar a cabo investigaciones sobre “el control de las armas de fuego”.
El Dr. Faría no es ajeno a la controversia; un año antes fue obligado a renunciar como Editor del periódico especializado de la Asociación Médica de Georgia, debido a su insistencia en publicar artículos con ambos puntos de vista sobre el debate sobre el control de armas. El Dr. Faría afirmó que los periódicos médicos especializados debieran suministrar un enfoque equilibrado y objetivo sobre el problema de la violencia causada por armas de fuego.
En vez de eso, el Dr. Faría atestiguó que muchos periódico médicos especializados publicaban investigaciones politizadas y prejuiciadas con conclusiones preestablecidas apoyando el control de las armas de fuego. Gran parte de esa investigación se llevaba a cabo con “grants” concedidos por el CDC. El Dr. Faría insistió que los investigadores médicos tienen la obligación moral y profesional de presentar ambos lados en una cuestión controversial, como es necesario para el libre intercambio de ideas en una sociedad libre.
El Dr. Faría renunció en julio de 1995 en vez de censurar el lado del debate favorable a las armas de fuego. Poco después, se le ofreció al Dr. Faría y éste aceptó la posición de Editor Jefe del Centinela Médico (Editor-in-Chief of the Medical Sentinel), el periódico especializado oficial que supervisan sus colegas de la Asociación de Médicos y Cirujanos Americanos (Association of American Physicians and Surgeons (AAPS), en el cuál ahora labora.
Faría huyó de Cuba en 1966 a los 13 años y vino a los Estados Unidos con su padre. Dos años y medio después, se reunificaron con su madre y hermana, y la familia se estableció en Columbia, Carolina del Sur donde terminó la enseñanza secundaria y asistió a la Universidad de Carolina del Sur, graduándose Magna Cum Laude en 1973.
Se graduó de médico en 1977 en la Facultad Médica de la Universidad de Carolina del Sur, en Charleston. El Dr. Faría ingreso a Alpha Omega Alpha, la sociedad médica honoraria, en 1975 y se le concedió el Galardón del Manual Merck (The Merck’s Manual Award) por logros académicos.
Faría efectuó su residencia en Neurocirugía en la Universidad de Emory (1978-1983) donde escribió en forma extensa sobre tópicos médicos y de neurocirugía, publicó investigaciones científicas en el Diario especializado de Neurocirugía y de Cirugía Neurológica (The Journal of Neurosurgery and Surgical Neurology). También ha sido co-autor de varios capítulos en libros de texto sobre Neurocirugía.
En 1983, el Dr. Faria se trasladó a Macon, Georgia y comenzó su práctica profesional privada. En 1985, fue certificado como Cirujano Neurológico por el Colegio Médico respectivo y se unió como facultative voluntario en la Facultad Médica de la Universidad de Mercer y se convirtió en Profesor Clínico de Cirugía (Neurocirugía) y Profesor Adjunto de Historia Médica.
En 1989, el Dr. Faría fungió como Jefe de Personal en los Centros Médicos Coliseo de HCA (HCA Coliseum Medical Centers). Aún mantiene su puesto como miembro honorario en esa institución.
El 21 de enero de 1998, el Dr. Faría recibio la Medalla del Americanismo de las Hijas de la Revolución Americana (Daughters of the American Revolution) por su “liderazgo, por la confianza que se le puede tener, su patriotismo y por su servicio (humanitario) hacia su país”.
El Dr. Faría es autor de Vandals at the Gate of Medicine: Historic Perspectives on the Battle over Health Care Reform (1995); Medical Warrior: Fighting Corporate Socialized Medicine (1997); y Cuba in Revolution: Escape From a Lost Paradise (2002, HaciendaPublishing.com). Ha sido autor (o co-autor) de más de 90 investigaciones en la literatura médica, y ha escrito artículos para Human Events y The New American. Ha escrito artículos y cartas también publicadas en The Wall Street Journal, The Washington Times, USA Today, National Review, y localmente en The Macon Telegraph.
Frecuentemente Faría comparece en radio y televisión y ofrece conferencias en forma amplia sobre varios tópicos de historia médica y de ética de como administrar la atención y la política de la investigación médica y pública. Ahora colabora con NewsMax.com, el periódico independiente más grande en la Internet en los E.U., y es columnista de La NuevaCuba.com, el principal periódico cubanoamericano en la Internet.
Entre sus deberes como miembro del “CDCs Injury Research Grant Review Committee”, el Dr. Faría está “brindar asesoría y guía al Secretario de HHS y Director, CDC, en relación al mérito científico y técnico de las solicitudes y acuerdos cooperativos de “Grants”, recibidas de las instituciones académicas y otras organizaciones, públicas y privadas, sin ánimo de lucro o con él, incluyendo agencias gubernamentales del Estado y locales, para efectuar investigaciones específicas sobre lesiones”.
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