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Medios De Comunicacion, Salud Mental y Ataques Con Armas De Fuego

Abstract — En la práctica de la medicina, el cirujano no puede garantizar el resultado porque pueden ocurrir complicaciones; lo mismo puede pasar con las armas de fuego, que pueden ser usadas indebidamente por personas que no deberían tenerlas. Los políticos no deben utilizar tragedias debido a tiroteos callejeros como pretexto para dictar leyes que restrinjan la libertad a los ciudadanos que respetan las leyes, son responsables y saben que la libertad va junto con sus derechos constitucionales y responsabilidades civiles.

La Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC) tuvo el agrado de entrevistar al Dr. Miguel A. Faria, Jr., en referencia al artículo “Shooting Rampages, Mental Health, and the Sensationalization of Violence” editado en la Surgical Neurology International 4(1):85-92 Enero, 2013.

Preguntas formuladas por los médicos que integran la agencia Sistema de Noticias Científicas (aSNC), brazo periodístico de SIIC.

Entrevista exclusiva a
 Dr. Miguel A. Faria Jr., Macon EE.UU. (especial para SIIC):

SIIC: Se ha reiniciado el debate acerca de la tenencia de armas de fuego en la sociedad civil a raíz del evento ocurrido en Newtown (Connecticut) en diciembre de 2012. ¿Podría resumir las características de ese episodio?

Dr. Faria responde: En el episodio de asesinatos masivos en Newtown (Connecticut) del pasado 14 de diciembre de 2012, un arma de fuego fue utilizada por un joven con problemas mentales evidentes. El tirador disparó a sangre fría a 26 personas, incluidos 20 niños inocentes. Esta tragedia sin sentido fue un acontecimiento brutal y terrible en la historia de la sociedad civil norteamericana, e inició nuevamente un debate que continúa en los EE.UU. y el mundo. Este debate debe dirigirse a discutir el fracaso y la negligencia en el tratamiento propio de las enfermedades mentales y el problema de la prensa que informa con extremo sensacionalismo la violencia en las calles y barrios de los EE.UU., como si fuera un programa de entretenimiento y diversión. Esto sucede en la prensa electrónica, la radio y la televisión porque existe un asunto prioritario, cuya verdadera intención es restringir la posesión legítima de armas de fuego a los ciudadanos de ese país, en contravención a la Constitución norteamericana. Sobre este problema he escrito muchas cartas, editoriales, artículos y estudios, tanto en la literatura médica como de las ciencias sociales. Por ejemplo, los artículos America, guns, and freedom. Part I: A recapitulation of liberty y Part II: An international perspective, publicados en Surgical Neurology International a fines de 2012.(1,2)

SIIC: Se postula que los hechos de estas características son una consecuencia, entre otros factores, de fallas en el sistema de salud mental. ¿Cuál es la información científica disponible en la actualidad para fundamentar esa asociación?

Dr. Faria respuestas: Estudios sociales e investigaciones en salud pública han demostrado que más de la mitad de los atacantes en estos tiroteos públicos o episodios de asesinatos masivos presentan enfermedades mentales o trastornos de la personalidad graves, que no han sido tratados en forma adecuada o no han sido tratados del todo. En otras palabras, estas personas trastornadas han pasado desapercibidos por el sistema público de la salud mental, sin que sse les brindara tratamiento alguno. En los artículos Shooting Rampages, Mental Health, and the Sensationalization of Violence y Violence, mental illness, and the brain, publicados en Surgical Neurology International, cito varias referencias que apoyan mis aserciones acerca de la información científica disponible sobre este tema.(3,4) En estos individuos desequilibrados y mal adaptados, un evento poco afortunado puede empujarlos hacia el precipicio de la locura y la conducta de manía y violencia.

SIIC: ¿Cree que estas circunstancias son exclusivas de la sociedad estadounidense? ¿Por qué?

Dr. Faria responde: No, estas circunstancias no son exclusivas de la sociedad estadounidense. Episodios trágicos de tiroteos han ocurrido también en México, Israel, Rusia, Brasil, Noruega, Alemania, Suiza, Australia, Gran Bretaña y muchos otros países. Bombas, aviones, fuego (como en Nigeria este verano) y hasta gases tóxicos y venenosos (Japón) y cuchillos (como en China recientemente) han sido utilizados por personas trastornadas o terroristas en actos de violencia. En la década de 1990, en Ruanda tuvo lugar un terrible genocidio, en el que no se utilizaron armas de fuegos sino machetes. Miembros de la tribu mayoritaria Hutus asesinaron a miles de personas de la minoría Tutsis. Debemos también recordar y tener en mente que las más sanguinarias y terribles masacres cometidas en el siglo XX fueron perpetradas por varios gobiernos contra sus propios pueblos o contra las minorías de esos países; por ejemplo, los estados totalitarios en la Unión Soviética, China comunista, los Nazi en Alemania, etc. En el siglo XXI, no son sólo los ciudadanos norteamericanos o las personas desequilibradas los que están cometiendo las mayores masacres y las más sanguinarias. Se debe reconocer que las masacres más sangrientas fueron perpetradas, primero, por los gobiernos de estados totalitarios o dictaduras, como Siria, Sudán y Corea del Norte; segundo, por los participantes violentos en los disturbios recientemente ocurridos en países musulmanes, como Egipto y Libia; tercero, por los terroristas internacionales, que ahora compiten con gobiernos y tiranos por el primer lugar en perpetrar masacres inhumanas.

SIIC: Pese a que el número de estos eventos se ha incrementado en los últimos años, se reconoce un menor índice de delitos violentos y homicidios durante el mismo período. ¿Cuáles son los motivos que podrían explicar esta aparente discrepancia?

Dr. Faria responde: Si bien estos eventos se informan de manera más intensa y la frecuencia de cobertura de esos hechos también parece aumentada, lo que da la apariencia de que su número se ha incrementado en los últimos años, no estoy seguro de que esto sea cierto, ya que existen discrepancias en la incidencia de esos informes. Debemos reconocer que la incidencia de tiroteos sangrientos es muy baja, incluso en los EE.UU. John Fund, un famoso periodista del Wall Street Journal y de la revista National Review Online, ha escrito correctamente que la probabilidad de morir en un tiroteo público es más o menos igual que la de morir alcanzado por u rayo. Con esta comparación pretendo ilustrar estadísticamente y en forma práctica lo que estamos postulando en teoría. Es importante también recordar que, a pesar de las restricciones de armas de fuego en Europa, los tres más grandes tiroteos sangrientos en escuelas de primaria sucedieron en ese continente, en Gran Bretaña y Alemania, antes del hecho de Newtown. La posesión de un mayor número de armas de fuego por parte de la población civil de los EE.UU. (con un aumento de 200 millones en 1995 a 300 millones en 2012, es decir, un arma para cada uno de los ciudadanos estadounidense) no ha resultado en más crímenes y homicidios. Así, el problema reside en varios otros aspectos, por ejemplo, en las enfermedades mentales, el informe sensacionalista de los medios de comunicación masiva y la búsqueda de fama y celebridad, mórbida y fúnebre.

SIIC: Se admite que la portación de armas por parte de civiles permitió evitar episodios de asesinatos masivos. ¿Qué eventos se destacan en este sentido?

Dr. Faria responde: Ésta también es una buena pregunta que la prensa popular y los medios de comunicación masiva deberían plantearse. ¿Por qué? Como les dije anteriormente, porque la prensa es tendenciosa hacia la política de la izquierda y a segmentos del gobierno norteamericano en el Partido Demócrata, cuya verdadera intención es seguir los pasos para restringir la posesión y portación de armas por parte de la población civil. Las discrepancias en la forma de informar fueron demostradas repetidamente. Consideremos los incidentes, casi gemelos, que ocurrieron en Aurora, Colorado, en la primavera y el verano de 2012. Un caso de asesinatos masivos fue informado intensamente; el otro episodio, en el que un ciudadano evitó una matanza (que hubiera sido similar) con un arma de fuego y salvó vidas, apenas fue informado. Permítaseme describir algunos otros casos, de los cuales hay muchos:

En noviembre de 1990, un hombre al que yo más tarde entrevisté personalmente en Washington D.C., el señor BR y su amigo TS fueron a acampar al bosque Oconee National Forest (Georgia). Fueron atacados a balazos por dos sujetos violentos que habían ingerido cocaína, y mataron a TS. El señor BR respondió instantáneamente con su propio fusil semiautomático que tenía para defensa personal. Esto le salvó la vida. Los Republicanos querían que BR atestiguara en el Congreso estadounidense, pero los Demócratas, en control del gobierno en ese tiempo, no se lo permitieron porque en ese momento estaban implementando una campaña contra las armas de asalto.

En enero de 1994, el señor TDN fue nombrado ciudadano del año en Houston, Texas, ya que había salvado la vida de un policía en peligro y le ayudó a arrestar a tres criminales peligrosos en un episodio de disparos en la calle. El señor TDN también usó un fusil semiautomático para proteger y salvar al policía.

En 2007, una mujer ex policía estaba sirviendo como voluntaria de seguridad en su iglesia en Colorado Springs. Entonces, un individuo trastornado atacó a balazos el edificio tratando de matar a tantos individuos como fuera posible. La mujer disparó y mató al atacante con su propia pistola, con lo cual salvó la vida a docenas de personas.

Pocos días después del incidente en Newtown que mencionamos anteriormente, otro ciudadano evitó un episodio de asesinatos masivo en un teatro en San Antonio, Texas, al disparar y matar a un tirador antes de que éste matara a alguna persona inocente. Este incidente recordó el tiroteo del teatro en Aurora, Colorado.

SIIC: ¿Cuál es el papel del abordaje sensacionalista de la violencia en los medios de comunicación masiva en la mayor cantidad de eventos de asesinatos masivos por armas de fuego? ¿Cree que Internet en general y las redes sociales en particular desempeñan un papel similar al de los medios de comunicación? ¿Por qué?

Dr. Faria responde: El problema de la información intensa asociada con el sensacionalismo de la violencia en los medios de comunicación masiva está inextricablemente entrelazado con problemas psicológicos y de la escasa cultura popular, lo cual está debilitando y destruyendo nuestra antigua (pero todavía vital y esencial) cultura occidental. Éste es un problema más difícil y, en el espíritu de nuestro tiempo, aparentemente irresoluble. El sensacionalismo de la violencia ha llegado al punto donde la búsqueda por fama y celebridad ya ha alcanzado la cumbre de la patología mórbida. Esto se puede entender, quizás, en personas al borde del desequilibrio mental, pero las trazas de la enfermedad ya se pueden reconocer en personas aparentemente sanas, pero preocupadas en la búsqueda de sus quince minutos de fama a cualquier precio. La Internet es un factor y se puede postular que las redes sociales también están contribuyendo al problema, ya que brindan a las personas trastornadas un sentido exagerado de importancia que en realidad no tienen. O bien lo opuesto, crean en ellos un complejo de relativa inferioridad y entonces atacan por frustración. La prensa, y aun más la televisión, son los factores más importantes. Consideren los programas de “reality”, que están de moda y son extremadamente populares en televisión. Las personas hacen cualquier cosa para aparecer en los medios. No es difícil relacionar el reportaje intensivo con la búsqueda de la fama hasta el punto de cometer asesinatos masivos y precipitar también la propia muerte del asaltante. La visión repetida de violencia en el cine y la televisión por personas al borde de la inestabilidad es también un factor que contribuye a la violencia y el crimen actual en las calles.(3,5,6)

Otros factores deben analizarse no sólo en los EE.UU. sino también en otros países de América Latina y Europa. Me refiero al sistema de justicia que es muy permisivo con los malhechores y criminales, la declinación del sistema de educación pública, el acogimiento a la cultura de dependencia socioeconómica por el gobierno (que sustituye a los padres) en las últimas décadas, la secularización de la sociedad con niños que crecen sin padres en hogares de madres solteras y familias desbaratadas, niños que crecen sin dirección moral o cívica. Todo esto, junto con un sistema de salud mental con interrelaciones rotas, son factores que contribuyen con el problema.

SIIC: Asociaciones como la National Rifle Association (NRA) de EE.UU. han propuesto la vigilancia de las escuelas con guardias armados. ¿Podría esta estrategia reducir la incidencia de estos episodios violentos?

Dr. Faria responde: Sí, estoy de acuerdo, en parte, con la NRA en esa propuesta. En el corto plazo es una buena idea. La NRA propuso contratar guardias armados. Se podría comenzar contratando guardias y policías, pero se estaría sacando personal policial de las calles, donde realmente son más necesarios. Contratar guardias también cuesta dinero. Los presupuestos municipales están muy ajustados y unidos a la economía todavía caída en los EE.UU.

Sería mejor emplear ciudadanos voluntarios, personas que hayan sido evaluadas psicológicamente y entrenadas en el uso y la seguridad de las armas de fuego. Estos ciudadanos, que pueden incluir a los propios maestros, actuarían como centinelas voluntarios de las escuelas. Un estudio apoya indirectamente esta propuesta. Entre 2005 y 2007, investigadores de la University of Wisconsin y la Bowling Green State University encontraron que la policía comete errores en el uso de armas de fuego con una incidencia del 0.002% anual, similar a lo verificado en los ciudadanos civiles que portaban armas escondidas legalmente. Estudios de criminología efectuados por el Professor de Criminología Gary Kleck y el abogado especialista en leyes constitucionales Don B. Kates indican que las armas de fuego son utilizadas más frecuentemente por ciudadanos que respetan la ley para protegerse de malhechores, que por los criminales para perpetrar asesinatos.(1-3) La implementación de estas recomendaciones reducirá sin duda estos episodios violentos.

SIIC: La menor tendencia a la internación de los pacientes con alteraciones de la salud mental y la tendencia forzada a la emancipación precoz de los menores podrían considerarse factores relacionados con estos eventos. ¿Cuál es la información actual en este sentido?

Dr. Faria responde: En los EE.UU., las leyes de privacidad junto con la tendencia forzada a la emancipación precoz de los menores aumentan el problema. Estas leyes educacionales y de seguros médicos protegen excesivamente la privacidad entre los padres y sus hijos adolescentes; así, los padres pueden no saber acerca de la condición médica y mental de sus hijos porque los registros de salud de los menores están cerrados para los padres y familiares. Esto sucede también con adultos jóvenes, aun cuando los padres pagan por la cobertura de seguro y la educación en las universidades. Estos problemas en las leyes necesitan corregirse para que los progenitores puedan ejercer más control sobre sus hijos y ayudarlos cuando se registren problemas mentales en los archivos educacionales o médicos. También las leyes deben ser más laxas de manera que un vecino o un miembro de la familia puedan informar a las autoridades policiales o las instituciones de salud mental sobre un adolescente con problemas mentales y tendencia a la violencia, sin tener temor de posibles repercusiones legales. Además, deben eliminarse los impedimentos para la internación de los pacientes con alteraciones graves de la salud mental. Muchos pacientes mentales permanecen en las calles cometiendo delitos o están siendo abusados por criminales. Otros reciben un tratamiento insuficiente como pacientes mentales externos, cuando en realidad deberían estar hospitalizados y sometidos a un tratamiento más intensivo.

SIIC: De acuerdo con su experiencia, ¿pueden trazarse paralelos en América Latina, en especial ante la presencia de fenómenos sociales como las maras?

Dr. Faria responde: Creo que hay muchas similitudes, pero también diferencias culturales en la forma en que el crimen y la violencia se desarrollan en pueblos distintos. En los EE.UU. hay pandillas y bandas que cometen delitos en las grandes ciudades, como Nueva York, Chicago y Los Ángeles. Algunas de estas bandas recuerdan a las maras que se vuelcan de América Central, el Caribe, México y otras minorías latinas a los EE.UU. Esas pandillas tienen raíces, me parece, en problemas socioeconómicos o políticos, mientras que el problema del que hemos estado hablando — el tiroteo público al azar — tiene causas asociadas con problemas sociales y psíquico-patológicos mentales. Los asesinatos masivos en América Latina están más frecuentemente relacionados con la política o con sujetos involucrados con drogas y otros crímenes. En el interior de las ciudades estadounidense también hay bandas que, en su mayoría, están encabezadas por afroamericanos y otras minorías étnicas involucrados también con drogas y robo, lo que resulta en episodios de asaltos agravados y tiroteos.(6,7)

SIIC: Por favor, a modo de conclusión, sugiera sus recomendaciones para la práctica cotidiana.

Dr. Faria responde: En conclusión, en la práctica de la medicina, el cirujano no puede garantizar el resultado porque pueden ocurrir complicaciones; lo mismo puede pasar con las armas de fuego, que pueden ser usadas indebidamente por personas que no deberían tenerlas. Los políticos no deben utilizar tragedias debido a tiroteos callejeros como pretexto para dictar leyes que restrinjan la libertad a los ciudadanos que respetan las leyes, son responsables y saben que la libertad va junto con sus derechos constitucionales y responsabilidades civiles.

Cuando se prohíbe el uso de armas a los ciudadanos, éstos se convierten en víctimas desarmadas. Los gobiernos que no permiten a los ciudadanos defenderse y tener armas de fuego tienden a ser tiránicos y despóticos. Han muerto más personas en manos de su propio gobierno que en todos los tiroteos callejeros del mundo. La portación de armas de fuego por parte de ciudadanos responsables reduce el crimen, previene homicidios por criminales y hasta masacres por sus propios gobiernos. Antes de continuar el asalto político a la posesión de armas por los civiles, debemos de empezar por encarcelar a los verdaderos criminales y a atender a los pacientes mentales que necesitan nuestro diagnóstico y tratamiento médico con verdadera compasión y dignidad.(1,2)

Referencias en la entrevista:

1. Faria MA. America, guns, and freedom. Part I: A recapitulation of liberty. Surg Neurol Int 2012;3:133.  Available from: https://surgicalneurologyint.com/surgicalint-articles/america-guns-and-freedom-part-i-a-recapitulation-of-liberty/

2. Faria MA. America, guns and freedom: Part II — An international perspective. Surg Neurol Int  2012;3:135. Available from: https://surgicalneurologyint.com/surgicalint-articles/america-guns-and-freedom-part-ii-an-international-perspective/

 3. Faria MA. Shooting rampages, mental health, and the sensationalization of violence. Surg Neurol Int 2013;4:16. Available from: https://surgicalneurologyint.com/surgicalint-articles/shooting-rampages-mental-health-and-the-sensationalization-of-violence/

4. Faria MA. Violence, mental illness, and the brain — A brief history of psychosurgery: Part 3 — From deep brain stimulation to amygdalotomy for violent behavior, seizures, and pathological aggression in humans. Surg Neurol Int 2013;4:91. Available from: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3740620/

5. Faria MA. TV violence increases homicides. Newsmax.com. March 24, 2002.

6. Faria MA. Statistical Malpractice ‘Firearm Availability’ and Violence (Part I): Politics or Science? Newsmax.com. March 12, 2002. Available from: https://haciendapublishing.com/statistical-malpractice-firearm-availability-and-violence-part-i-politics-or-science/

7. Faria MA. Statistical malpractice ‘Firearm Availability and Violence (Part II): Poverty, education and other Socioeconomic Factors. March 25, 2002. Available from: https://haciendapublishing.com/statistical-malpractice-firearm-availability-and-violence-part-ii-poverty-education-and-other-socioeconomic-factors/

Otros Artículos por El Dr. Faria:

Cuba in Revolution: Escape From a Lost Paradise.

Vandals at the Gates of Medicine: Historic Perspectives on the Battle Over Health Care Reform.

Stalin’s mysterious death. Available from: https://haciendapublishing.com/stalins-mysterious-death/

Miguel A. Faria, Jr., M.D.  Clinical Professor of Surgery (Neurosurgery, ret.) and Adjunct Professor of Medical History (ret.) Mercer University School of Medicine. Associate Editor in Chief and World Affairs Editor of Surgical Neurology International  (SNI), and an Ex-member of the Injury Research Grant Review Committee of the Centers for Disease Control and Prevention (CDC). 2002-05; Former Editor-in-Chief of the Medical Sentinel (1996-2002), Editor Emeritus; Author, Vandals at the Gates of Medicine (1995); Medical Warrior: Fighting Corporate Socialized Medicine (1997); and Cuba in Revolution: Escape From a Lost Paradise  (2002). Website: HaciendaPublishing.com

This article may be cited as: Faria MA. Medios De Comunicacion, Salud Mental y Ataques Con Armas De Fuego. HaciendaPublishing.com, November 13, 2013. Available from: https://haciendapublishing.com/medios-de-comunicacion-salud-mental-y-ataques-con-armas-de-fuego/

Copyright ©2013 Miguel A. Faria, Jr., M.D. (Respuestas) y Copyright ©2013 SIIC Salud (Artículo)

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